Comentario al evangelio 01.12.2013

28/11/2013 Más

Empezamos el Adviento

Con el Adviento, empezamos la preparación de la Navidad. Nos preparamos para que Dios venga a

nuestro mundo y a nuestro corazón.

A pesar de los problemas y de los miedos; a pesar de que estemos cansados de tantas promesas

incumplidas, y de los desengaños de cada día, a pesar de todo, vamos a intentar vivir una nueva

Navidad, porque siempre necesitamos de la visita de nuestro Dios, a nuestra vida.

Nuestro corazón ya no es de carne, sino de cemento y hierro. ¡Qué fría es nuestra sangre, qué

forzados nuestros saludos, qué cortos nuestros encuentros y qué mezquinos nuestros dones!. Cada

uno vamos a lo nuestro y dejamos sólo las migajas para otros.

Todo nos parece ya normal. Nos parece normal que muchos mueran de hambre; que se asesine a los

niños antes de nacer, cuando tienen todo el derecho a la vida.

Por eso necesitamos una gran esperanza. De lo contrario, se nos secaría el corazón. Una persona sin

esperanza es como un peregrino que camina sin rumbo, a ninguna parte. Es como un parado que no

tiene nada que hacer y se limita a dejar pasar los días y los años en la desesperación.

Vamos a intentar, a pesar de todo, vivir con esperanza. Los cristianos no esperamos cualquier cosa.

Esperamos nada menos que la visita de Dios y esa visita puede cambiar muchas cosas.

Empecemos, pues, el Adviento con la misma ilusión con la que un estudiante espera las vacaciones;

con la misma emoción con la que una madre espera a su hijo. Con el mismo amor que se tienen una

pareja de jóvenes enamorados locamente.

Cuando trabajamos para la Paz y la Justicia, estamos sembrando el mundo de esperanza.

Cuando sabemos sufrir con paciencia, es Adviento.

Cuando esperamos y nos esforzamos por hacer un mundo más justo y más humano, estamos

preparando la venida del Señor.

Cuando buscamos a Dios, pronto será Navidad.

(Juan Jaúregui www.juanjauregui.es)

 

Tags: , , ,

Category: Comentario al evangelio, Publicaciones

Comments are closed.