Ordenación Diaconal de Salvador Ferrandis

Acompañando a Salvador en este momento trascendental estuvieron su familia, así como la comunidad claretiana. Además, se hicieron presentes los provinciales de los Misioneros Claretianos de la Provincia de Santiago y de la Provincia de Alemania, el Vicario General de Züsich-Glarus, D. Luis Varandas, el Delegado Episcopal de Migraciones, D. Carlo de Stasio, y el coordinador del sínodo para las misiones, D. Martin Steven y el párroco de St. Peter und Paul, Rene Berchold, . La celebración contó también con una nutrida participación de fieles de la Misión, quienes con sus oraciones y muestras de afecto dieron testimonio de la importancia de este acontecimiento para la vida de la comunidad.

La ordenación diaconal es un paso fundamental en el camino al sacerdocio dentro de la Iglesia Católica. Como diácono, Salvador Ferrandis asumirá una misión de servicio, dedicándose especialmente a la proclamación del Evangelio, la asistencia en la celebración de los sacramentos y la atención a los más necesitados. Esta etapa es una preparación intensa en la que el nuevo diácono se dispone a profundizar su vocación de entrega a Dios y a su pueblo, antes de recibir, en su momento, la ordenación sacerdotal.

La celebración estuvo marcada por la emoción y la gratitud. Los cantos, las palabras de Mons. Boneemain y la participación fervorosa de los asistentes reflejaron la alegría de una comunidad que ve en este acontecimiento una bendición y una renovación de su compromiso evangelizador. La Misión se fortalece con este nuevo ministerio, que será de gran ayuda en la animación pastoral y en el acompañamiento espiritual de muchas personas.

Al finalizar la ceremonia, se llevó a cabo un momento de confraternización en el que los presentes pudieron compartir su alegría y felicitar a Salvador Ferrandis, quien expresó su agradecimiento a Dios, a su familia y a la comunidad por el apoyo recibido en su camino vocacional. 

Que Dios bendiga el ministerio de Salvador Ferrandis y que su servicio diaconal sea fuente de luz y testimonio del amor de Cristo en medio de su pueblo.